Por: Angélica Céspedes*
A pesar de no tener claro su perfil profesional, cuando por primera vez llegó a la Universidad, decidió escoger Contaduría por accidente; un maravilloso accidente como se refiere hoy a él. La actual directora del Programa de Contaduría Pública de la Facultad de Ciencias Económicas, Angie Carolina Díaz Ramírez, es Contadora Pública, egresada de la Universidad de Ibagué; una profesional inquieta y creativa que combina su gusto por el diseño y la tecnología con su labor como docente, la cual empezó hace más de ocho años.
Angie Díaz, quien terminó su carrera e inmediatamente se vinculó con la institución, afirma que la experiencia ha sido sumamente enriquecedora, y un proceso de crecimiento y aprendizaje de grandes vivencias en corto tiempo, no solo en el tema educativo y de docencia sino en temas de tecnología. "La Universidad es mi segundo hogar, y en él he encontrado el espacio de crecimiento y transformación a nivel personal y laboral, para desarrollar mis competencias y conocimientos"; además, estableció una red de amigos con quienes puede compartir y estar informada de lo que sucede en su entorno profesional, acontecimientos que ella describe como uno de los más enriquecedores de su vida.
Cuando estaba en quinto semestre de Contaduría Pública le manifestó a sus padres que no quería seguir estudiando, porque no comprendía su significado ni el perfil para el que se iba a formar. Finalmente, después de conocer la perspectiva de algunos de los profesores de la Facultad, quienes le mostraron cómo la contaduría tiene un rango de aplicación amplio y se puede evidenciar en la vida cotidiana de varias formas, empezó el gusto por su carrera. Consejos que hoy en día agradece a los que fueron sus docentes y, en la actualidad, son sus compañeros de trabajo.
Angie Carolina lleva al aula de clases actividades y herramientas diferentes, pues recuerda con alegría ver a sus alumnos participar y aprender de forma distinta. Una de las anécdotas que recuerda sucedió para un mes de octubre. Junto a sus estudiantes, creó una casa del terror la cual tenía un trasfondo pedagógico muy fuerte. A través de esta actividad, pudieron aprender las responsabilidades para los contadores y evidenciar los miedos y el terror que podían sentir en su vida profesional. “Lo interesante fue verlos disfrazados, comprendiendo por qué hacían el trabajo y apropiándose de temas que no entendían, mientras la gente de la comunidad educativa pasaba por el aula y nos decía: esta gente está loca, viene a la Universidad a estudiar y miren lo que terminan haciendo”.
Tecnología para enseñar
La experiencia como docente ha contribuido para que Angie Díaz utilice la tecnología para enseñar y aplicar métodos innovadores, porque ésta se ha convertido en parte del día a día de las personas, “antes era extraño ver a un docente utilizando un dispositivo móvil o diseñando un aplicativo... ahora es más común y no tan novedoso. Estudiantes y docentes recurren a sus dispositivos para hacer uso de las interacciones que hace algunos años no habíamos imaginado”. Por esta razón, el trabajo que realizó con ÁVACO fue una experiencia interesante y considera que lograr que la mayoría de los docentes se actualicen en la aplicación de tecnología con el Diplomado en competencias básicas en TIC, y participen en el rediseño de sus asignaturas, ha posibilitado avanzar de manera significativa en la parte tecnológica.
El curso de Auditoria I que actualmente rediseña la docente, es el inicio de una nueva rama de formación para los contables. “Antes el curso era teórico y se basaba en el estudio formal y minucioso de las normatividades que aplican los contadores públicos. Ejecutando el rediseño se notó el antes y el después, y de esta forma se justificó la incorporación de varios elementos que hicieron más interactivo el acercamiento de los estudiantes con los contenidos que anteriormente eran teóricos”. Desde el primer rediseño en el que tuvo la oportunidad de participar, Angie afirma que se requiere de un proceso constante para lograr la transformación, y para que el docente se apropie de las herramientas que le permitan comenzar a gestionar e incorporar nuevos contenidos que convertirán el curso, en un producto novedoso y dinámico.
El repensar pedagógico de la educación virtual
Los cursos presenciales de las universidades deben ser innovadores; los jóvenes viven en un entorno tecnológico y poseen extraordinarios dispositivos y un gran bagaje en temas virtuales. “El objetivo es buscar la manera de que los docentes aprovechen y se apropien de la tecnología para que los estudiantes puedan realizar un trabajo significativo”.
En cuanto a la educación virtual, confiesa, existen diversos mitos que apuntan a la transformación que implica en una disciplina baja calidad y, por otra parte, que la falta de presencialidad hace que sea distante; "pero como en todo, existen herramientas y metodologías para que se pueda sobrepasar esta barrera. Necesitamos un repensar pedagógico de la educación virtual, porque probablemente las herramientas ya las tenemos”. Es preciso repensar los sistemas de educación de algunas instituciones que todavía no están a la vanguardia de la tecnología. A futuro, con unas bases pedagógicas fuertes, con profesores formados en temas tecnológicos y con un trabajo mancomunado, va a ser más fácil el acceso a la web. De esta manera, las personas van a querer recurrir con frecuencia a este tipo de formación.
Finalmente, el curioso gusto por investigar nuevas herramientas e invenciones del mundo y del diseño, ha llevado a Angie Díaz a obtener particulares objetos que le dejan historias en el aula de clases. Además de buscar extraclase elementos en tecnología, que luego incorpora a sus cursos, le encanta comer pastas en todas sus formas, salir a caminar con su esposo y su perro y, últimamente, está muy entusiasmada montando bicicleta los fines de semana, afición que empezó por Luis Espitia ingeniero de sistemas de ÁVACO, quien creó el grupo al iniciar el semestre y al que pertenecen varios docentes de la Universidad.
*Practicante en ÁVACO. Comunicación Social y Periodismo
